El uso de la tecnología en la educación.

La era digital ha revolucionado cada aspecto de nuestra vida cotidiana y la educación no es la excepción. La tecnologia educativa llegó para quedarse y poco a poco ha cambiado los métodos de enseñanza dentro de las aulas, puesto que cada vez están más presentes el uso de computadoras, celulares y otros equipos de telecomunicación que permiten el almacenamiento, transmisión y manipulación de datos.

Hace unos años, las personas en Ecuador accedían a la educación de manera presencial casi de modo exclusivo. Si estudiaban a distancia, era a través de métodos muy complicados que implicaban el uso del correo postal. Se utilizaban grandes cantidades de libros y cuadernos y el buscar información era complicado, costoso e implicaba mucho tiempo y esfuerzo.

El uso de la tecnología en el aprendizaje.

La tecnología no solo ha permitido que los estudiantes puedan experimentar el aprendizaje de manera distinta, también ha logrado brindar una educación más inclusiva para todos. De esta manera se abarcan las necesidades educativas que cada uno de ellos pueda presentar. En años anteriores, por ejemplo, una tarea básica de Ciencias Sociales era trabajar con las láminas de los diferentes mapas, ahora han sido sustituidas por Google Maps, entre otras aplicaciones que permiten al estudiante conocer y aprender de una manera más interactiva, en ocasiones simulando estar en el sitio que se está investigando.

Esta inclusión responde también al enfoque de la sociedad del conocimiento, donde se replantea una educación en la cual puedan participar todos. De esto se deriva que se realicen cambios en: metodologías, recursos didácticos, currículos académicos y estrategias pedagógicas.

Cómo aprovechar el uso de la tecnología en la educación.

Internet entrega múltiples plataformas y herramientas para el aprendizaje online. Para poder aprovechar este mundo digital de Instrumentos como Google Classroom, Zoom o Teams permiten a los estudiantes tener experiencias educativas valiosas e interactivas. El uso de herramientas tecnológicas motiva y hace que los jóvenes mantengan la atención más fácilmente, asimilando los contenidos con mayor rapidez. Además, la tecnología permite generar conocimiento de una forma que no es posible de modo presencial: los estudiantes van mucho más allá de la adquisición de conocimiento al sentarse a escuchar una clase; son capaces de desarrollar habilidades de trabajo en equipo de forma colaborativa, comunicativa e iniciativa, ser autosuficientes y resolutivos.

Los jóvenes deben saber encontrar recursos en bibliotecas de información confiables, accediendo a material de calidad y no utilizando antecedentes erróneos que puedan perjudicar su aprendizaje.

Asimismo, es esencial distribuir las jornadas de clases y el material que se revisará en un determinado tiempo, ya que el cansancio mental y físico de estudiantes y profesores puede provocar que las interacciones y la concentración disminuyan.

Para los jóvenes de hoy, la interacción online es parte de sus vidas casi como algo natural. La mayoría nació con internet en sus manos y sobrellevan la transformación digital a un ritmo más acelerado que las antiguas generaciones.